Llevamos varias décadas inmersos en la cultura-sistema de los
“singles”, según la cual todo creador famoso ha creado una sola
obra que será conocida por todos y presentada una y otra vez ante
todos los seres humanos como verdad inmutable existente desde siempre
y ajena a toda crítica. Aunque el nombre de “single” se origina
en la industria musical como disco de vinilo de pequeño formato con
una canción estrella en su cara A, en realidad el concepto es válido
para todos los campos de la creación cultural e incluso
ocasionalmente de la ciencia. Así, pues:
Antonio
Vivaldi nació, compuso Las Cuatro Estaciones y la diñó.
Miguel
de Cervantes nació, escribió El Quijote y la diñó.
Michelangelo
Buonarroti nació, pintó la Capilla Sixtina y la diñó.
Johann
Sebastian
Bach nació, compuso la
cantata 147
y la diñó.
Pedro
Calderón de la Barca nació, escribió La vida es sueño y la diñó.
Diego
de Silva Velázquez nació, pintó Las Meninas y la diñó.
Georg
Friedrich Haendel nació, compuso el Aleluya y la diñó.
Leonardo
da Vinci nació, pintó la Mona Lisa y la diñó.
Wolfgang
Amadeus Mozart nació, compuso medio Requiem y la diñó.
Ludwig
van Beethoven nació, compuso el Himno a la Alegría y la diñó.
Gustave
Flaubert nació, escribió Madame Bovary y la diñó.
Vincent
van Gogh nació, pintó La noche estrellada y la diñó.
Fiodor
Dostoyevsky nació, escribió Los hermanos Karamazov y la diñó.
Johannes
Brahms nació, compuso una nana y la diñó.
Walther
Whitman nació, escribió Hojas de hierba y la diñó.
Gustav
Klimt nació, pintó El beso y la diñó.
James
Joyce nació, escribió Ulises y la diñó.
Orson
Welles nació, dirigió Ciudadano Kane y la diñó.
Albert
Einstein nació, escribió E=mc2 y la diñó.
Billy
Wilder nació, dirigió Con faldas y a lo loco y la diñó. (Marilyn
Monroe también terminó como el rosario de la aurora.)
Frank
Sinatra nació, grabó “Strangers in the Night” y la diñó.
Steven
Spielberg nació, dirigió La Lista de Schindler y un día la diñará.
Umberto
Eco nació, escribió El nombre de la rosa y la diñó.
Los
Beatles se juntaron, grabaron Yesterday y se separaron.
R.E.M.
se juntaron, grabaron Losing My Religion y se separaron.
Los
Rolling Stones se juntaron, grabaron Satisfaction y un día la
diñarán (excepto Keith Richards, que diría que es inmortal)
La
Libertad guiando al pueblo no se sabe quién lo pintó.
El
acorazado Potemkin no se sabe muy bien quién la dirigió.
Lo
que el viento se llevó no se sabe muy bien quién la dirigió.
Leonin
y Perotin no existieron.
Las
Trobairitz no existieron.
Charles
Ives no existió.
Henry
Moore no existió.
Germaine
Tailleferre no existió.
Dietrich
Buxtehude no existió.
Camille
Claudel no existió.
Edgar
Varèse no existió.
Daphne
Oram no existió.
Constantin
Brâncusi no existió.
Delia
Derbyshire no existió.
Sol
LeWitt no existió.
Carson
McCullers no existió.
LaMonte
Young no ha existido.
Michael
Snow no ha existido.
Daniel
Johnston no ha existido.
Lydia
Lunch no ha existido.
Basquiat
no ha existido.
Lach
no ha existido.
Roger Penrose no ha existido.
Roger Penrose no ha existido.
Gwenno
no ha existido.
Despacito,
de Luís Fonsi y Daddy Yankee, es lo más.
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